7 may 2016

Un niño romano cualquiera en un día cualquiera en Roma


Relieve en un sarcófago que representa una escuela romana.  Siglo II d.C. Tréveris.

"Me despierto al rayar el alba, llamo al esclavo y le ordeno que abra la ventana (...).  me levanto, me siento en el borde de la cama y pido los calcetines y los zapatos, porque hace frío... Me lavo bien las manos, la cara, la boca; me limpio los dientes y las encías; escupo, me sueno las narices y me seco, según debe hacer un niño bien educado... Me pongo la túnica y me ciño el cinto; me perfumo la cabeza y me peino... Salgo de mi habitación con mi pedagogo y mi nodriza para ir a saludar a mi padre y a mi madre... Busco mi recado de escribir y mi cuaderno y se lo doy al esclavo... Me pongo en camino, seguido de mi pedagogo, por el pórtico que lleva a la escuela.  Me salen al paso los amigos... Llego delante de la escalera, subo los peldaños de uno en uno y sin correr, como es debido.  En el vestíbulo dejo mi abrigo; me paso el peine por la cabeza, entro y digo: ¡Buenos días, señor maestro!  el me abraza y me saluda.  El esclavo me entrega las tabillas, el recado de escribir y la regla.  ¡Buenos días, compañeros! Dejadme mi sitio.  Córrete un poco."

CORPUS DE GLOSAS LATINAS. III, 379, 74 y s

1 comentario:

  1. Bellísimo inicio del día. Así me gustaría empezarlo ahora a mí.
    Estupendo post, Mª Engracia.

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